Todos conocemos esos artefactos que se compran en los bazares chinos o a la entrada de los circos formados por un manojo de fibras de plástico transparente. Una haz de luz de colores cambiantes en la base del ramillete de fibras le atraviesa saliendo por su extremo y generando un encantador efecto de puntos luminosos.

La magia de este juguete se encuentra en cada una de las fibras que compone el manojo. Es la llamada fibra óptica plástica. Compuesta por un plástico corriente, la fibra óptica de plástico es un producto de muy bajo coste. Además, la tecnología necesaria para su fabricación es la misma que la usada para fabricar otras piezas de plástico habituales en nuestro día a día con lo que su coste final es muy reducido.

La propiedad de conducir la luz por su interior deriva exclusivamente de la transparencia del material del que está fabricada. Su gran tamaño (más de 1 mm de diámetro) en comparación con otras fibras ópticas hace posible el uso de fuentes de luz de bajo coste como son los LEDs ahora tan de moda en iluminación en el hogar remplazando a la difunta bombilla de
incandescencia o bajo consumo.

Hasta ahora, el uso de la fibra óptica plástica (FOP en
sus iniciales en español), ha estado relegado
fundamentalmente a los ya mencionados juguetes o al mundo de la decoración. El uso de la fibra óptica en
cables de comunicaciones ha estado reservado para las mucho más caras y sofisticadas fibras ópticas de
cristal (GOF por sus iniciales en Inglés). Las fibras GOF tienen unas propiedades y dimensiones ideales para la transmisión de datos a alta velocidad o a larguísima distancia. Por el contrario las fibras de plástico atenúan y distorsionan la luz que le atraviesa limitando, en la práctica, la velocidad de los datos y distancia que le es posible transportar.

 

Esta situación ha cambiado recientemente. Una empresa española, con nombre extranjero, Knowledge Development for POF, KDPOF, fundada por dos jóvenes ingenieros madrileños, ha desarrollado un Chip que es capaz de explotar al máximo las prestaciones de la fibra de plástico para su uso como cable de comunicaciones de alta velocidad.

La historia de KDPOF comienza cuando sus fundadores, compañeros en una empresa de desarrollo de Chips madrileña con problemas financieros, se ven obligados a buscar alternativas laborales. Con la idea de usar un medio barato de comunicaciones como es la fibra de plástico y las fuentes de luz tipo LED para sistemas de alta velocidad, comienzan a desarrollar un sistema de comunicaciones que, usando las últimas técnicas de este complejo mundo de las telecomunicaciones, abre un nuevo campo de aplicaciones para la fibra plástica de bajo coste.

 

El modelo de empresa que eligen es el llamado “Fabless” (sin fábrica), esto es, KDPOF concibe y desarrolla los chips, subcontratando su fabricación y control de calidad. KDPOF se encarga de todas las labores de comercialización y ventas a nivel mundial para lo que ha desarrollado una red de distribuidores y representantes con presencia en las principales regiones del planeta. Este modelo ajustado de empresa permite que con una inversión limitada se ponga en el mercado mundial un producto altamente tecnológico. El modelo de empresa de desarrollo de Chips “Fabless” es muy habitual en regiones tan conocidas como el “Silicon Valley” de California o Taiwán donde este tipo de empresas son mayoría y han demostrado durante muchos años su éxito.

El nivel tecnológico del proyecto, la experiencia de sus fundadores y el equipo de ingenieros que han reunido le ha permitido a KDPOF captar capital riesgo español para poder desarrollar y lanzar al mercado la primera línea de chips orientada al mercado del hogar y la industria. Solamente el desarrollo del chip ha llevado más de dos años de intenso trabajo de más de una decena de ingenieros. El apoyo financiero de KDPOF le garantiza disponer de suficientes fondos para cubrir este tiempo de desarrollo hasta la fase de comercialización. Todo un logro para los difíciles tiempos que corren.

KDPOF ha logrado además uno de los hitos más importantes y determinantes en toda adopción de nueva tecnología; su estandarización. La tecnología desarrollada por KDPOF ha competido a nivel europeo con otras alternativas para la comunicación sobre fibra plástica entre las que se encontraban grandes empresas y centros de desarrollo como Siemens, el Instituto Fraunhoffer o el Politécnico de Torino. Finalmente ha sido la propuesta española de KDPOF la ganadora y la que ha servido de base para el nuevo estándar de comunicaciones sobre fibra plástica. La importancia de este logro reside en que es KDPOF la primera empresa que pone en el mercado un chip que cumple con los requerimientos del estándar y por tanto la que disfruta de una cuota de mercado mayoritaria. Además, y más importante que esto, si cabe, es que KDPOF es propietaria de varias patentes que protegen su tecnología con lo que futuros competidores que quieran desarrollar chips que cumplan con el estándar habrán necesariamente de llegar a acuerdos comerciales con KDPOF. El estándar actualmente cubre el mercado Europeo mediante la cobertura del ETSI, pero KDPOF ha comenzado ya la extensión a nivel mundial trabajando con el IEEE, el mismo organismo que estandariza tecnologías tan conocidas como Ethernet o WiFi.

Las perspectivas y primeras ventas son muy atractivas. Con clientes en todas las regiones del mundo, es el mercado de las redes del hogar el que primero está incorporando mayoritariamente la fibra plástica para poder interconectar todos los dispositivos del hogar. Los principales operadores de telecomunicaciones a nivel mundial, entre los que destaca Telefónica en España, están buscando la manera de proporcionar una red del hogar de banda ancha que combine la movilidad de las redes inalámbricas con el gran ancho de banda de las redes de cable. Una red de datos de banda ancha en el hogar basada en fibra plástica tiene grandes ventajas sobre cables de cobre entre las que destacan su bajo coste de instalación y la posibilidad de reutilizar los conductos por los que discurren los cables eléctricos para tender los nuevos cables de datos. No es necesario disponer de conductos específicos para cables de datos si la red es de fibra plástica lo cual redunda en una reducción drástica de la complejidad y molestias de la instalación.

Los mercados industriales y de automoción ya tienen experiencia con la fibra plástica como medio de transmisión de datos a baja velocidad. La posibilidad de aumentar las velocidades de transmisión abre una multitud de nuevas aplicaciones. Por ejemplo, los automóviles cada vez más incorporan cámaras y pantallas para ayudar a la conducción o sustituir los espejos retrovisores. Todos estos dispositivos, junto con los sistemas de entretenimiento basados en reproductores de DVD, sistemas de audio de alta fidelidad, consolas de juego, etc. Podrán estar conectados entre si mediante una red de datos de fibra plástica. Los estrictos requerimientos de la industria del automóvil en materia de seguridad e inmunidad frente a las interferencias hacen que la fibra plástica sea un candidato ideal frente a su competidor el cable de cobre para estas aplicaciones.

Las aplicaciones industriales cada vez mas en boga, denominadas genéricamente como “Machine to Machine” (máquina a máquina o M2M), usan enlaces de datos para comunicar equipos, sensores y pantallas entre si. El entorno industrial es enormemente hostil en materia de interferencias y radiaciones lo que, una vez más, posiciona a la fibra plástica como un candidato idóneo en estos ambientes. Otros sectores profesionales como los de las energías renovables, plantas de generación nuclear, electromedicina, robots industriales o vigilancia remota presentan multitud de oportunidades para el uso de la fibra plástica.

El lanzamiento de la primera familia de chips de KDPOF tuvo lugar a principios de 2014. Los primeros clientes ya han incorporado a sus productos la fibra plástica como medio de transmisión de datos a alta velocidad en lo que a todas luces será un hito mundial de la tecnología e ingenio españoles.

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